martes, 21 de junio de 2016

¿Qué se celebró ayer, 20 de junio?

Ayer, 20 de junio, fue el día mundial del refugiado.
No subí nada relacionado con ello y fue adrede. Me cansé de oír y leer "Hoy se celebra el día mundial del refugiado": ¿Celebrar el qué?
No, yo no tengo nada que celebrar. El país en el que nací está destruyéndose, nuestra gente vive bajo las bombas todos los días. Los que consiguen salir, son rechazados, tratados como mercancías, maltratados, gaseados con el consentimiento de las instituciones europeas. Muchos de ellos ni si quiera les conceden el privilegio que para Europa parece significar ser "Refugiado".
Ni yo, ni ninguno de los sirios jamás pensó que seríamos conocidos en el mundo por el "drama de los refugiados". Ni como terroristas. Mencionar cualquiera de las dos cosas, implica establecer una relación directa con Siria. ¿De verdad ahora, por un día la gente se acuerda de Siria y los refugiados? ¿Alguien se acordó de nosotros en el 2011 cuando los sirios pedían ayuda? Hablo de cuando las fuerzas del régimen torturaba, detenía y asesinaba a manifestantes que únicamente pedían sus libertades.
¿Alguien hizo algo que aquello no degenerara en un estado permanente de horror y muerte? Nadie escuchó Daraa, ni a Damasco, ni a Homs, ni a Hama, ni a Raqqa ni Idlib. Hoy tampoco se escucha a Idomeni, nadie hace nada por auxiliar a las voces retenidas en campos de concentración. ¿De verdad alguien pretende que los sirios se sientan orgullosos de que se acuerden de ellos como el día de ayer? ¿En serio tenemos que dar las gracias ante un mundo frívolo que nos dedica un día al año?
Quizás muchos se sientan más comprometidos porque su conciencia empezó en septiembre, no ayer. En septiembre la foto de Aylan recordó al mundo que Siria existía, y entonces los refugiados se convirtieron en una especie de fenómeno. El problema es que refugiados en Siria existen desde el 2011, y desplazados rurales si me apuran, existían incluso antes.
Hemos minimizado nuestra capacidad de empatía, para maximizar una especie de maquinaria continua de frivolidad e hipocresía, que sepulta progresivamente nuestra moral y conciencia social. Nuestro compromiso con los otros, queda extinguido a un...día de celebración mundial. Otra pieza más de un proceso banal. Lo grave es que este mismo logre alcanzar realidades tan vulnerables como es la guerra y el (no) asilo.
Las personas que desde fuera o dentro de Siria intentamos luchar por la libertad de nuestro país y recordar diariamente su crítica situación no necesitamos ningún día especial para hacerlo. Nuestra lucha es un proceso continuo, algo que excede la lógica y la razón, es un río desbordado de dolor, pero también de perseverancia. Es un huracán que se prende de furor pero a la vez también de fuerza ante la doble moral, cuyo peligro es que se normalice y nadie pueda dedicarle ninguna mirada crítica.
Ojalá alguien ayer, pudiera mirar a esta niña y decirle : Enhorabuena, hoy "en el mundo" conmemoramos lo que tú nunca llegarás a ser, refugiada".
Por cierto, hoy es el día mundial del yoga.

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