Fuente imagen: kurdish.info
A comienzos de esta semana por algunos canales, sobre todo Twitter, mucho se ha hablado sobre la ofensiva por parte de las Fuerzas Democráticas de Siria dirigida por USA, cuyo objeto era "LA LIBERACIÓN DE RAQQA". Así, en mayúsculas.
Cuando estás fuera de tu país en el que se encuentra en guerra puedes tener dos reacciones ante ciertas informaciones. Cada una corresponde a un momento vital distinto. El primero de ellos es estar, tristemente, curado de espanto y más o menos mantener el nervio, más que nada por tu bien psicológico y porque la dinámica de la guerra te ha hecho estar preparado para asumir en cualquier momento una noticia angustiosa. Pero es imposible resignarse y estar curado de espantos cuando cada día que pasa, conoces una historia más atroz todavía de la que te contaron el día anterior. Y eso, a lo largo de cinco años, hace mella. El segundo comportamiento es la paranoia. La templanza se vuelve insostenible, y el control una utopía. Entonces intentas buscar y remover cielo y tierra para conseguir corroborar las informaciones que lees (Ninguna en medio oficial, por supuesto, porque los medios convencionales no hablan de estas cosas), y también sientes miedo, mucho miedo.
Tras varias noches sin dormir, y haciendo lo imposible por hablar con quien está en Raqqa, uno no sabe qué pensar. Quien está allí tiene todavía el coraje de tranquilizarte y decirte "Que no te preocupes" ¿Cómo no hacerlo si no existe información y la que existe no sabes si es fiable? La única manera es hablar con Raqqa y pocas veces es posible hacerlo durante un número prolongado de tiempo.
La impresión que me deja todo este bombo y platillo sobre la liberación de Raqqa es que ha resultado una especie de Oasis, o una buena campaña de remate. Un humo vendido que se expande sin dejar rastro. Raqqa una de las catorce provincias administrativas de Siria, su capital, se llama también Raqqa. "Liberarla" es algo tramposo, pues no lleva implícito atacar la ciudad.. Es suficiente con ocupar algunas partes del Norte como se está haciendo sin entrar directamente en el núcleo urbano. Me gustaría recordar al mundo que en tal caso, SDF no liberaría la "capital del terrorismo" como algunos dicen. Las personas que viven atrapadas en Raqqa no lo hacen por gusto, ni tampoco por comulgar ideológicamente con Daesh. Es algo que parece imposible de hacer entender a quien opta por la generalización.
No voy a mentir que todo esto me ha llegado a oler hasta por momentos raro. La agenda de USA en Siria parecía no dar para más, teniendo que ocuparse ahora en asuntos más importantes para ella como es el reciente idilio con Irán, y su reto en hacia Asia Pacífico. La ofensiva que nos han conseguido vender corresponde a la imagen de nuevo de una USA salvador. Un envoltorio de una coalición multicultural en general y kurda en particular, y sobre todo que subraya una y otra vez la dirección de la operación por una mujer haciendo uso nuevamente de un orientalismo que parece no abandonar su calado en el público occidental. Por ello, el lector sin juicio puede caer rendido hacia esta idea y solución tan atractiva y sospechosamente rápida, tan rápida que no llega aunque parecía ya inminente. El problema es que de verdad se materialice y no sea una "verdad a medias" o un espejismo más de un márketing con sello americano y pro-Occidental. El mandato de Obama entra en su fase final y parece pretender rematar de manera rápida y desesperada todos los desastres asociados a su firma. Sea como sea, lo que no se borra es el daño que ha hecho su hegemonía en disolución a la región: su complicidad con Israel, su irresponsabilidad en Iraq, y su juego sucio en Siria. Como resultado, los habitantes han quedado abandonados a la suerte de ser sometidas por radicales, o en tal caso, a vivir amenazados por los bombardeos diarios.
Los habitantes de Raqqa, al contrario de la semana pasada ya no pueden abandonar la ciudad, DAESH les ha prohibido hacerlo. Las mezquitas han hecho un llamamiento para que las personas se unan a la yihad y combatan a los infieles. Son tres horas las que pueden disfrutar de bienes básicos como la luz, después, se someten a la oscuridad, a los ruidos en el aire y a la eterna espera.
No hay duda de que algo se acerca y puede ocurrir en los perímetros cercanos de Raqqa. La principal cuestión es detectar su naturaleza con la mayor objetividad posible. Evitando así sucumbir a espejismos que satisfagan un etnocentrismo latente que únicamente aprueba aquellas opciones que de una manera aparente concuerdan con nuestras ideas de bien. Y ya sabemos todos, que por los ojos y con las palabras, por esa vía, es muy fácil convencernos.
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