jueves, 22 de octubre de 2015

"Pagando para ir a la Guerra": por el regreso Antonio Pampliega, Ángel Sastre, Jose Manuel López


                      Documental "Pagando para ir a la Guerra" (Pampliega, 2012) Fuente de la imagen: Europapress

Alá es grande, y luego dispara. Creo que en la anterior oración, refleja perfectamente la simbiosis de la causa de las desgracias de todos los pueblos a lo largo de su historia: la distorsión de la religión, y las armas. Si juntas ambas cosas, es el fin. Lo grave es que esto ocurre todos los días, actualmente. 

Con la frase alá es grande y después los disparos comienza "Españoles contra la Yihad". El otro día después de subir mi última entrada, me di cuenta que guardaba una no publicada en borradores. Antes de irme de "vacaciones" había prometido que haría un comentario sobre el programa anteriormente mencionado, pero no lo hice, y tiene su porqué. 

Cuando estaba preparando la entrada, llegó la triste noticia. Antonio Pampliega, uno de los periodistas encargados de infliltrarse en Kobane, desaparecía en Alpeo junto a otros dos periodistas más que le acompañaban: Ángel Sastre y J. Manuel López. Se les vio por última vez junto a su traductor por las calles de la zona vieja Aleppo subiéndose a una furgoneta blanca el día 12 de julio.  Parecían estar forzados a ello por hombres supuestamente de Al- Nusra (Digamos que la filial siria -como dicen los medios- de Al-Qaeda). 

Ante el escalofrío estándar que puede producir que unas personas, arriesguen su vida para meterse en medio de una lluvia de bombas y una ráfaga de tiroteos con el objetivo de informar y que el mundo conozca la realidad que ocultan los medios principales, se le suma el otro gran batacazo: hacía poco más de una semana, había conocido a Antonio Pampliega a distancia. ¿Os acordáis de la campaña de la recogida de juguetes sobre la que escribí aquí? Pues bien, el fue uno de los responsables de la recolecta y la movilización. Me animé a escribirle para informarme y felicitándole por el gran programa y su hazaña por Kobane, donde entrevistaba a Sevant, un español decidió trasladarse hasta el norte de Siria y  unirse a las milicias kurdas y combatir contra DAESH. 

Podríamos entrar en debate aquí (Y sería muy interesante) sobre si trasladarte a una zona bélica para ponerte en primera línea de fuego es una solución aceptable o no. En mi caso pienso que no y no apoyo este tipo de iniciativas por muy heroicas que puedan pintarse. No estoy de acuerdo, principalmente en la estructura del argumento, porque las técnicas de reclutamiento que usan las redes terroristas son muy variadas, pero convincentes en ciertos perfiles psicológicos. No estoy equiparando al PKK con DAESH si no el peligro del argumento que expone Sevan "Fui hasta allí porque vi que lo estaban pasando mal" No, es que a mí eso no me vale. Porque para otros que se unan al DAESH pueden justificar lo mismo, porque así se lo venden. Sea como sea esto podemos debatirlo en otro momento si lo sugerís. Intenté defender y mandar toda mi solidaridad para el pueblo kurdo esa misma noche tras el programa, a cambio en Twitter recibí amenazas y barbaridades por extremistas. No mire, es que eso ya no es libertad de expresión.

Lo que me importaba aquí era hablar de Pampliega y sus compañeros. Los mismos que llevan ya casi 100 días desaparecidos y pocas son las señales y la información que existe sobre ello. Los secuestros tanto de nacionales como  internacionales cada vez son más frecuentes en territorio de guerra. Especialmente los periodistas corren un riesgo quizás mayor. No interesa que se exporte una imagen congelada de primera mano real de la siria actual. No interesa a nivel estratégico, ni tampoco resulta rentable. Estas personas, freelance, llevan entrado en Siria con el único objetivo te recolectar información directa, para después traerla a España en forma de artículo que vendían por un puñado de Euros y que no hacen justicia al valor, la dedicación e implicación de estas personas, quienes para trabajar tenían que costearse sus propios gastos de viaje y de material, por supuesto sin ningún tipo de protección física ni jurídica -Ríete tú de la importancia jurídica ahora mismo (y siempre) en tierras sirias .  Este suceso retrata dos realidades generales (que podría subdividirse en muchas más): Por una parte, la denigrante situación profesional de periodistas (y otras profesiones del sector de ciencias sociales y estudios culturales). Por otra parte el juego de sembrar el pánico llevado por las bandas terroristas y la responsabilidad gubernamental de proteger a estas personas y concretar las negociaciones para su rescate. 

Sobre el primero, hace no mucho leía un artículo muy bueno en El País de Juan María Rodríguez que retrata esta triste situación en la que muchos que hemos contribuido a algunos medios nos hemos visto reflejados: la vergüenza que te pregunten cuánto cobras por todo lo que haces y tengas que responder "nada" o "experiencia". Antonio Pampliega, autor del blog Un mundo en Guerra realizó un documental en 2012 de título "Pagando para ir a la guerra" en el que narra las precarias condiciones de los periodistas en general, y bélicos en particular que a mi modo de ver, son por supuesto más específicas que las otras, ya requieren ciertas necesidades para la realización de su actividad.  

En cuanto a lo segundo, se podrían desglosar muchas ideas. En lo relativo al uso de este método por parte de los bandos (todos lo hacen) aunque sí es cierto que por el alcance mediático atribuido a su espectáculo sanguinario y a más factores, que logra las partes yihadistas o  qutbistas son más sonados, precisamente porque en eso se basa su propaganda. Los rehenes además de convertirse en una fuente de ingresos, se convierten en el medio de sembrar el pánico en sus países de origen y así reafirmarse como precursores del terror y la amenaza. Por ello, las operaciones de negociación de su rescate son excesivamente sensibles. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha mantenido y pedido máxima discreción para poder llevar a cabo su cometido con éxito. A día de hoy, no existen noticias sobre estos tres periodistas desaparecidos. Margallo ha advertido con causa de su experiencia de que, los "incidentes" -como lo ha calificado- que menos se mediatizan, más probabilidades de éxito tienen.

Por supuesto han salido las voces eruditas del cotarro. Isabel San Sebastián se quedaba tan pancha al asegurar que el Gobierno no debería de mover ni un dedo por rescatar a los periodistas. Vamos, un argumento al nivel de la cadena en la que trabaja. No mire, señora, es que si no llega a ser por ellos no conoceríamos la otra cara de la guerra ¿Acaso sería gracias a usted esto posible?  Otros apoyan este argumento, aludiendo a que "se han metido en la boca del lobo", y otros con igual de mala sangre, se pavonea de la falsa paradoja de que Pampliega haya defendido el ELS y que estos le han secuestrado. Esto es mentira. Pampliega apoyó en un inicio a la revolución siria, y fue de los pocos que se mantuvo firme en creer en el ELS por lo que era en un origen, porque lo vivió y lo vio de cerca. Otra cosa es como este sector ha ido evolucionado. 

A día de hoy, los actores implicados en el ajo son el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la embajada española en Ankara como intermediaria y coordinadora, y por supuesto el Ministerio de Exteriores y Cooperación, y el CNI con mayor peso. Al respecto del avance y las novedades el silencio se mantiene intacto. Después de su desaparición los perfiles sociales de Pampliega fueron desactivados completamente, por lo que cuando quise ir a leer su mensaje no me era posible. No obstante. unas semanas después si red Twitter fue reactivada de nuevo pero no se sabe la causa al respecto, ni tiene un significado claro este hecho. 

Pampliega, se comprometió en recolectar y hacer llegar juguetes, libros y material escolar para los niños sirios. Su promesa fue la de enseñar la cara del horror de la guerra para despertar conciencias, para mostrar esa verdad oculta. También sabía de la existencia de este blog, sus ánimos, felicitaciones y agradecimientos me acompañan día sí y día también. Desde aquí otro llamamiento más para su rescate y protección. Respeto y ánimo para sus familias. 


Te y Os esperamos de vuelta
Nour,

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