lunes, 27 de abril de 2015

Presentación: Reto superado



Imagen tomada y editada por Nour Al-Hussen Villa
Fondo del blog: Fiz Gratacòs




Ya estoy aquí. Ya he llegado. Y la verdad, es que no sé por donde empezar. Imagino que ahora lo propio sería decir cómo me llamo, cuántos años tengo, de donde soy (y ahí podría aclarar mi objetivo con la creación de este blog) y volver a retomar mi presentación para decir, qué estudio, a qué me quiero dedicar, cuál color es mi favorito y cuál ha sido la última película que me ha gustado. Cuál ha sido la última ciudad extranjera que he visitado, si me gusta escuchar música antes de dormir, o si soy más de café o de té. Si soy vegetariana o carnívora, o si canto en la ducha. ¿Porque eso es lo importante no? Eso es lo que forja la identidad de una persona. Lo que se ve, lo que se palpa, intuye, especula, los detalles banales, lo que se finge por miedo o inseguridad, o se inventa de una forma malintencionada con prejuicio y veneno ¿Cuántos hemos sido víctimas de estereotipos estúpidos?

Mi nombre ya lo sabes. De dónde soy, de dos mundos. El resto de preguntas, no creo que sea necesario contestarlas ahora, no desvelan nada interesante de mí, ni me han hecho como soy. Quizás, sí sean una manifestación o una proyección de alguna anécdota perdida del pasado, o de mi origen, o de como me educaron. Sea como sea, lo mejor es que lo vaya desvelando poco a poco, porque estoy dispuesta, ya que he dado el paso, a hacerlo de una forma contundente y sin tabús.

Me he criado entre dos mundos: Oriente y Occidente. Siria y España. Crecí al lado del Eufrates en una ciudad llamada Raqqa, que desgraciadamente, hoy es la capital del autoproclamado Estado Islámico. Durante el invierno vivía allí, iba a la escuela, y me preguntaba muchas cosas aparentemente inocentes pero con mucho sentido de trasfondo, como todo niño pequeño que no está corrompido ni decepcionado con las personas "Si papá es de aquí y mamá de España, ¿Yo de dónde soy?". "¿Por qué aquí las mujeres llevan velo y allá no? Aunque es gracioso, porque aquí algunos hombres llevan vestido". Supongo que desde un remoto 28 de marzo, mi búsqueda de identidad ha sido un recorrido por el que estaba sentenciada a caminar. Pero supongo que como otras personas que no son "medio y medio", sólo que en mi caso ha sido un poco distinto.

Los veranos veníamos a pasarlo a mi tierra materna, Galicia. Crecer bajo una dictadura en pleno siglo XXI, la del malnacido Hafez Al-Asad y posteriormente el comienzo de la del diablo de su hijo Bashar, puede enseñarte muchas cosas y apreciar otras, sobre todo si compaginas ese crecimiento personal en un país democrático (Que apesta, sí, pero tienes opciones, tienes, aunque sea el derecho de elegir). Y ahora ha pasado de ser una dictadura, atado de sultanismo y represión a un país que se desploma, sangra y llora de guerra. Ese hecho, te hace sentir, ya no sólo "apreciar cosas" como antes, si no que, bruscamente, agradeces estar vivo, aunque a veces levantarte por las mañanas sea inevitable sentirte culpablemente privilegiado y pienses "¿Y si no tuviera la suerte de estar aquí? ¿Y si no hubiera salido de allí?". Entonces, han pasado días, meses y años y las preguntas nada ingeniosas que te hacían de más peque sabiendo que has vivido 12 años allí eran del tipo ¿Que te gusta más, ésto o aquéllo? ¿Cómo ha sido venir aquí? ¿Ah, pero hablas árabe? ¿Los moros coméis con las manos no? Ha hecho que me plantee si los occidentales son realmente tan listos como creen. Todas esas preguntas han pasado a ser, curiosamente, un silencio. Nadie me pregunta ya nada desde que ha estallado la guerra por temor a cómo reaccione, ni tampoco me siguen la cháchara cuando contesto que mi padre está en la guerra.
Ésta es una de las funciones del blog, poner en práctica escribir, y expresarme. No tendrá una calidad literaria, ni es mi intención que la tenga tampoco, sólo quiero que sea algo humano. Los relatos y las entradas, sus temáticas serán a veces más breves que otras y de distinto tipo, pueden ser anécdotas que he vivido de pequeña o que mismamente me hayan pasado en el día. Será, como si pusierais una cámara delante mía, y yo me pusiera a hablar. Así quiero que sea.

He creado este blog no sólo para hablar de la guerra en Siria ni tanto como una cuenta pendiente conmigo misma, que sí en parte lo es. Es más bien, un homenaje a los días, aunque no lo crean, más bonitos de mi vida. Gracias a ellos soy quien soy. Muchas veces he deseado no tener esta vida, no haber sido así, diferente siempre, estuviera donde estuviera. Pero no es así. Yo no lo he elegido ni la vida me ha elegido, ha sido algo causal y a medida que me hago mayor, le voy encontrando el sentido.

Para papá,
Para mi hermano, ejemplo para mí
Para mis "amós, y khalati" (Tíos y tías)
Para la enfermera de mi padre, que visitaba cuando iba a la consulta.
Para banat amó, y banat khalati (Primos y primas, Walid, Sharifa, Abadi, Hanada, Lailas, Rau....)
Para Lotfia", mudira Malak (Mis profesoras, mi directora del cole)
Para mi pandilla, Radwan, Dude, Mawada, Rua, Rami, Libre, May. Walaa....Los mejores amigos que he tenido en mi vida y que a día de hoy, ni la distancia, ni el tiempo, ni la guerra ha podido terminar con ella.
Para mis vecinos, para mi librero de calle Al-Mansur, Para Ahmad Al-Said (dueño de la chuchería enfrente de mi casa). Para mi abuela Khazna y mi abuelo Yasin, aunque a él no le conocí.
Para doctor Fauzi Fauaz, que ha sembrado  en mí el idealismo pragmático, y el interés en el seno intelectual árabe moderno, y francés. La lucha y la política.
Para la familia Al-Khashab
Para todo el que ha formado parte de mi vida aquí y allá.
Está mal haber nombrado, quizás, porque se me ha quedado mucha gente en el camino,
pero que pienso recuperar en próximas líneas.